En esta sección encontraremos todos los datos que queremos mostrar al público y la información para filtrar en el motor de búsqueda Google Chrome. Estos filtros de búsqueda se controlan mediante las etiquetas. Nos dan unas etiquetas prefijadas y seleccionaremos aquellas que se ajusten a nuestro local. Tras el etiquetaje no siempre se publican inmediatamente. Existe un proceso de comprobación, lo que puede retrasar el etiquetaje hasta 3 días.

Datos a rellenar: nombre del local, dirección, teléfono, zona de servicio si tenemos servicio a domicilio, diferentes horarios, página web, enlace de reservas y demás.

Debajo, están los enlaces a la web, redes sociales, plataformas de reservas, carta, menú, productos (para aquellos negocios que venden merchandising puede ser interesante) y, por último, las etiquetas. 

A las etiquetas tendremos que dedicarles un tiempo para sacarles todo el partido posible. Podemos poner muchas para que Google sepa exactamente qué tipo de negocio tenemos y hacia quién está dirigido. Desde la accesibilidad para personas con poca movilidad hasta el tipo de pago que se acepta.

Respuestas del usuario

Una vez que esta información esté completa, Google le pregunta a sus usuarios si es correcta. Los usuarios van recibiendo de manera aleatoria preguntas de los locales según asisten o se detecta que han estado cerca. Reciben preguntas y se intenta que respondan a tantas como sea posible. A más gente y más preguntas respondidas, información mejor contrastada. Este es el método más habitual de comprobación de etiquetas.

Tras las etiquetas, queda por rellenar la descripción, fecha de apertura y fotos. 

Una  vez tengamos todos estos datos, tendremos una ficha completa de información. Cuanto más completa mejor. La recomendación es revisar de vez en cuando ya que pueden incluir nuevas etiquetas que podremos añadir o cambiar.